miércoles, 7 de marzo de 2012

Si estuvieras conmigo / Bilongo


GALERAS DE MÚSICA: DE LO QUE LLAMAMOS SALSA. ROBERTO BLADES - SI ESTUVIERAS CONMIGO / SON DE CUBA - LA NEGRA TOMASA / (CUBAN PETE - CACHITA)


En el verano del 2010, como invitado del programa Fuego Cruzado, el panameño Roberto Blades reconoció que el género musical al que llamamos "salsa" no es otra cosa que una estilización de la MÚSICA CUBANA, principalmente del son montuno.  Y que ese proceso de apropiación y de distorsión, promovido desde Estados Unidos (con Nueva York y los músicos portorriqueños como referente y sujetos intervinientes) se fue dando desde el bloqueo económico de la isla, hasta llegar, en los años setenta, también al total bloqueo cultural y artístico.
Por eso se nota que los temas añejos, los cubanos netos, siguen siendo los clásicos, y que son insuperables: léase El manicero, Cumbanchero, Cachita, Son de la loma, Bilongo, Siboney, Idilio, Mata siguaraya, Ay mamá Inés, El bodeguero, Amalia Batista, Me lo dijo Adela, Bonito y sabroso, Calculadora, Melao de caña, La guayabera, Parampampam, María Cristina me quiere gobernar, La cartera, Rico vacilón, Hay fuego en el 23, Francisco Guayabal, Encarnación, El cuarto de Tula, Oye Salomé perdónala, María la O, Bemba colorá, Qué bonito baila usted, Rumba rumbero, Lágrimas negras, Santa Bárbara, Guantanamera, todos los de la Sonora Matancera, los mambos, rumbas, charangas y congas por doquier, etc. 
Dentro de los temas últimos de este género, cubano en esencia y mal llamado salsa desde 1970, aparte de los covers de los clásicos cubanos, en cuanto a creación propia tenemos como los más señeros a Todo tiene su final de Willy Colón y Héctor Lavoe, Un verano en Nueva York y Julia del Gran Combo, Llorarás de Oscar de León, Kímbara de Celia Cruz en Estados Unidos, Pedro Navaja y Lágrimas de los hermanos de Panamá: Rubén y Roberto Blades, respectivamente. En la analogía con los inmortales cubanos, es evidente que los últimos (compuestos mayormente por músicos portorriqueños o por cubanos que se refugiaron en América del Norte tras la revolución), quedan en un plano inferior, como meras derivaciones del original cubano.
Como ejemplos disfrutemos de Si estuvieras conmigo del gigante Roberto  Blades (actúa en el mítico y malevo "Timbalero" de La Victoria), aquél que con sus opiniones generó la necesidad de esta nota. Si estuvieras conmigo es una balada ochentera del salvadoreño Álvaro Torres, y su versión en forma de salsa no es otra cosa que una muestra del agotamiento argumental de la salsa en su vertiente denominada "sensual", que consiste en hacer covers de las baladas románticas añejas o de moda. La misma lógica se emplea cuando, por ejemplo, se pasa a ritmo de salsa los valses u otros ritmos criollos peruanos: Sincera confesión por Oscar de León, Propiedad privada por Antonio Cartagena (un peruano en estas lides), Toro mata por Celia Cruz. Veamos también videos en YouTube de estos últimos tres temas, y comprobemos que son peruanos por sobre todo.
Viajemos a la semilla del origen, y disfrutemos de La negra Tomasa (Bilongo) por un conjunto que solo necesita una voz tremendamente propicia, un tres cubano, una trompeta y una percusión, magistrales: Son de Cuba. 
Para comprobar como la música cubana original adquirió carácter universal desde la segunda década del siglo anterior, con poderosa influencia muy especialmente en el mundo anglosajón, veamos al famoso Cuban Pete del célebre Desi Arnaz, esposo cubano de Lucille Ball -la mejor comediante norteamericana de todos los tiempos-, con fuga de Cachita (en un fragmento de la serie televisiva de los cincuenta "Yo amo a Lucy"), y la versión del Cuban Pete en la película "La máscara" con Jim Carrey.